En los confines
del sistema solar, un grupo de astrónomos divisó desde un observatorio de Chile
una esfera rosada a 12 mil millones de kilómetros (siete mil 500 millones de
millas) del Sol.
Es el segundo objeto similar descubierto en una región del
espacio más allá de Plutón, considerada desde hace tiempo como un páramo
celestial. Hasta ahora, el único residente conocido en esta parte del sistema
solar era un planeta enano divisado en 2003 al que se le dio el nombre de Sedna
por la diosa mitológica creadora de las criaturas marinas del Artico.
El nuevo descubrimiento demuestra que "Sedna no es una
excepción. Confiamos en que existe toda una nueva población para
explorar", dijo el investigador David Rabinowitz, de la Universidad de
Yale, en un correo electrónico. Rabinowitz no participó en el descubrimiento
que anuncia la edición del jueves de la revista Nature.
Durante años, los astrónomos escudriñaron esa tierra de
nadie en busca de otras Sednas.
El nuevo objeto transneptuniano, 2012 VP113, fue divisado
por medio de un telescopio terrestre en Chile por Scott Sheppard, del Instituto
Carnegie de Ciencia en Washington D.C., y Chad Trujillo, del Observatorio
Gemini en Hawai. Trujillo formó parte del equipo que descubrió Sedna.
Al igual que Sedna, VP es un planeta enano. Mide unos 450
kilómetros (280 millas), aproximadamente la mitad del diámetro de Sedna. Es un
cuerpo helado con una temperatura de unos 430 grados Fahrenheit bajo cero.
En contraste con Sedna, rojo y brillante, el nuevo cuerpo es
más rosado y mucho más tenue.
Sedna y VP habitan en lo que se conoce como la nube de Oort
en los confines del sistema solar donde se cree se originaron algunos cometas.
"El descubrimiento de Sedna tan lejos parecía una
excepción. Pero este otro empieza a dar la impresión que podría ser el
habitáculo de otros objetos. No es lo que yo me hubiera imaginado", opinó
Mike Brown, astrónomo del Instituto de Tecnología de California, en un correo
electrónico.
Sheppard y Trujillo creen que probablemente hay miles de
objetos similares en la parte interior de la nube de Oort.
"Estos objetos no son únicos. Hay muchos allí",
conjeturó Sheppard.
No todos pueden captarse por los telescopios por estar
demasiado lejos y tardar demasiado en dar vuelta al Sol. Sedna y VP fueron
divisados en su perihelio, o sea, en su punto más cercano al Sol, lo que
permitió que la luz del Sol rebotara en ambos cuerpos para ser divisados en los
observatorios terrestres.
VP es el tercer objeto más lejano del sistema solar después
de los planetas enanos Eris y Sedna, pero tiene una órbita excéntrica que puede
llevarlo hasta a 67 mil millones de kilómetros (42 mil millones de millas) del
Sol.
Ahora que Sedna tiene compañía “y probablemente mucha más”,
los científicos buscan otros objetos
para determinar cómo se formó y evolucionó el sistema solar.